·Leitmotive·

[Boletín Anti·Institucional]

sábado, septiembre 16, 2006

Siva y Kukulkan

Cuenta un códice perdido
que las bayaderas tántricas
volaron
sobre el Índico y el Pacífico
para abrazarse
con sus brazos y piernas
a los cuerpos dormidos
de los atlantes de Yucatán.

Los duendes cingaleses
y las brujas isleñas las guiaron
siguiendo las rutas
de las naves Rapa Nui,
sorteando tsunamis y tifones,
las aletas de los tigres tiburones
y las colas brillantes y escamadas
de las perversas sirenas de Tahití.

Llegaron al país
de jaguares y quetzales
donde crecían
como granos en la vaina
hombres y mujeres amasados
con sabrosa harina de maíz.
Donde a dioses,
crueles y lascivos,
se le sacrificaba
el corazón sangrante
de sus victimas
desgarrados al cortante filo
de la obsidiana.
Donde las ánimas
de mujeres parturientas
degollaban párvulos
en sus cunas.
Donde el demonio de la lluvia
devoraba
doncellas de ojos puros
arrojadas a sus aguas.

Las sacerdotisas de Siva
formaron un coro
junto a mujeres
de color de terracota.
Revolcándose
como simias sin pelaje
bajo la luz de la hembra luna
recogiendo
en la punta de sus lenguas
las gotas de rocío
dormidas en las hojas.
Perseguidas por guerreros
de sexo empenachado
y el deseo entigrecido
en la puntas de sus picas.
Indias desnudas
y bailarinas cubiertas
de hiriente pedrería
encendiendo
el deseo de los hombres
para que inundaran
sus vientres de sabia
y los llenaran de alegría.

El Ángel Exterminador